Hice oleatos con ellas, lo que no se es cuánto tiempo puedo tener las bayas en el aceite sin que se me estropeen, ante el temor de perderlas, iré haciendo jabón con ellas y con la infusión que tengo en el congelador.
De todas formas como hay que esperar tantos meses a poder utilizarlos, y les van saliendo tantos novios, prefiero hacer una buena tanda y que duren algún tiempo, pues también me temo que cuando empiecen a estar listos todos vamos a querer probarlos.
El aroma que desprenden desde el primer momento, me encanta lo que huelen a laurel, no le he puesto ningún aceite esencial ni tintura de benjuí para que perdure el aroma, a lo mejor en la siguiente tanda le pongo, pues no se si este olor a laurel que ahora tienen se ira perdiendo con el tiempo.
Como siempre la infusión de laurel la utilizo congelada y lo que hago es calentar los aceites lo justo para que se deshaga la cera que lleva un poco en la receta, para que, como casi todo el aceite es de oliva, para que sean un poco más duros.
Esta vez le he añadido laurel picado para que el color del jabón fuera algo más verde.
También lleva en la traza un poco de las bayas de laurel picadas.
así es como quedan los botes una vez les he quitado el aceite para hacer el jabón, los vuelvo a rellenar con aceite de oliva.
Lo dejo tapado con film y luego con una toalla para que repose y saponifique hasta el día siguiente.
Ha tardado 48 horas en endurecerse bien para poder cortarlo.
- 570 gr de oleato de laurel
- 50 gr de aceite de coco
- 10 gr de cera blanca de abeja
- 80 gr de sosa
- 148 gr infusión de bayas de laurel
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